El Cese Bilateral consolida los caminos hacia la Paz.

 
La Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC,  lamenta profundamente la muerte de 11 soldados y las heridas sufridas por 18 más, ocurrida el día de ayer en las inmediaciones de la vereda La Esperanza, municipio de Buenos Aires, zona noroccidente del departamento del Cauca. Esa es la guerra que deseamos que se acabe, la guerra que ha arrasado con comunidades completas, la guerra que se ha llevado las vidas de miles de personas en todo el territorio nacional. 
Las lagrimas que se han derramado históricamente, son hoy más que nunca, lagrimas colectivas derramadas por un país inmerso en un conflicto armado cruento, aterrador, doloroso. Todos(as) somos colombianos(as), sin categorías, sin discriminación, sin distinciones; todos(as) somos personas, humanos, compartiendo una misma nacionalidad, un mismo anhelo, un deseo colectivo: la paz.
La voz del pueblo demanda persistir en los esfuerzos por construir una paz sostenible e incluyente, reconociendo que los avances en los escenarios existentes dan cuenta de un proceso maduro e irreversible, que llena de contenidos la esperanza colectiva de su culminación satisfactoria. No se puede permitir que los enemigos de la paz acumulen victorias tempranas y con ello, se extingan esas esperanzas por las cuales hemos marchado, nos hemos movilizado, hemos construido minga de pensamiento.
Consideramos que es una verdad ineludible observar en el cese bilateral al fuego, la máxima garantía para las instancias de negociación existentes y para la vida misma de cada uno de los(as) colombianos(as) que habitamos el territorio nacional; es claro que negociar en el marco de la guerra incrementa los riesgos asumidos por la sociedad civil, víctima de gravísimas vulneraciones de derechos. Hoy son soldados los que han muerto; las comunidades populares, campesinas y étnicas hemos padecido esta realidad desde hace sesenta años sin estar armadas, siendo el blanco directo de todos los actores armados y las dinámicas cambiantes del conflicto, los factores subyacentes y vinculados al mismo y la reparamilitarización.  
 
Hoy más que nunca se debe salvaguardar el proceso de paz, ninguna persona, actor, entidad e institución,  pueden ni deben tener la potestad de afectar estructuralmente los intereses de toda Colombia. Llamamos al Gobierno Nacional a generar las garantías suficientes para culminar este capítulo pasado por guerra y sangre.
A todos(as) los(as) marchantes del 9 de abril, que individual y colectivamente caminaron en ciudades y departamentos del país, a los procesos, organizaciones y colectivos que unieron esfuerzos para apoyar la paz, les invitamos a continuar con este ejercicio que, a todas luces demuestra que la construcción de paz es colectiva.
 
¡Sigan contando con nosotros para la Paz nunca para la guerra, con el bastón de la Paz en alto en todos los territorios indígenas!
 
 
 
 
 
 
¡YO PORTO EL BASTÓN DE LA PAZ!
AUTORIDAD NACIONAL DE GOBIERNO INDÍGENA - ONIC