Espacio Vital y el dólar a 3.500 pesos

por Soporte

Por: Armando Wouriyu Valbuena*

La espacialidad vital de los pueblos milenarios, aéreo, marítimo y terrestre, se rige bajo principios de solidaridad y reciprocidad y hace parte de la esencia de vida, lo colectivo es contrario a la esencia del ser individual europeo, de allí que nuestra filosofía sea también colectiva, caracterizada por una profunda espiritualidad.

Un conjunto de leyes y creencias muy anteriores a la vida republicana pero que le otorga su diversidad si la élite lo permitiera.

Dos siglos de relacionamiento caótico y creativo entre dos filosofías: la del ser (individual), avasallante y hegemónico, y el de la vida (Colectivo) sencillo pero universal.

Los milenarios han dado lugar a la clase obrera, docentes, campesinos, negros, raizales, Rrom y Palenqueros; estudiantes, transportadores e intelecto progresista, amantes de la libertad, empeñados en reconstruir la dignidad perdida. Pese a todo, resistimos.

Hay una situación que los medios de comunicación enuncian como algo loable pero no explican los efectos y consecuencias que les ocasiona a millones de colombianos con excepción de los 2362 personas propietarios de cuatro millones seiscientas mil hectáreas de tierras, y unos más en el establecimiento financiero: el dólar a 3.500 pesos.

“Desde hace 20 años, los sucesivos gobiernos decidieron la importación masiva de alimentos especialmente desde Estados Unidos y Canadá, para aprovechar los subsidios que los gobiernos de dichos países otorgan a sus agricultores, práctica que hace a esos productos agrícolas muy competitivos en el resto del mundo.”

“Así, empezó la llegada masiva de alimentos impactando el área sembrada y millones de empleos en el campo colombiano, entre ellos los pueblos milenarios”.

"Esa decisión de importar alimentos para asegurar una oferta permanente y barata a la población colombiana corre varios riesgos:

*presencia de plagas o enfermedades, sequías o inviernos prolongados,

**Ataques a causa de guerras bélicas o comerciales y,

** una variación intempestiva de la tasa de cambio o dólar.”

El último punto caso es el que esta golpeando a la economía nacional, en tanto el precio del dólar subió de $2300 a $3500 en cuestión de meses, encareciendo no solo los productos alimenticios importados sino las semillas, abonos y otros equipos utilizados en la agricultura.

"Es decir, hay que utilizar más pesos por el mismo dólar.
“Una subida en el precio del dólar puede ser devastador para los pueblos milenarios en tanto dependen para la provisión de alimentos y dieta, de la importación de alimentos, cada vez más costosa, lo que pone en grave peligro su propia supervivencia y agrava los indicadores sociales que muestran altos cuadros de sub y desnutrición en muchas comunidades indígenas.”

¿Que hacer frente a esta realidad política, social y económica en medio de un relacionamiento intercultural y étnico?

¿Como Afrontar estas realidades cuando los vaivenes de la economía mundial, en especial la de hidrocarburos, minería, agroindustria y viento, anuncian nuevas guerras y es precisamente sobre nuestro espacio vital?

De allí la importancia de aprender un poco más sobre la estructura del Estado, y las políticas de gobierno:

*Mingas (Painwashi, Unuma) que en el que hacer dialéctico conduce a la movilización con acuerdos que los gobiernos no cumplen.

** Plan Nacional de Desarrollo, donde están las cosas que los ciudadanos piden y la clase politico-electoral ofrece pero no cumple.

* Plan Marco de Implementación del acto legislativo 01 del 2017, para que los gobiernos cumplan los 538 compromisos de los Derechos económicos, sociales y Culturales, los Civiles y políticos, más los ambientales y además con Objeción cultural.

** Ley de presupuesto 2020, donde no se plasman los acuerdos de la minga.

Todo esto sin rebajarle a la consolidación de los procesos políticos y organizativos de las naciones y/o pueblos milenarios, nomadas, seminomadas y sedentarios bajo la luz de la Unidad, territorio, cultura y autonomía.

Debemos crear impactos en la ruralidad: revertir pesimos indicadores en educación, especialmente educación básica, y para ello consolidar más nuestros procesos organizativos de pueblo y/o naciones milenarios.

*Armando Wouriyu Valbuena.
Presidente ONIC 1999-2001.